El tomate debe su color rojo al licopeno. Es un pigmento de acción antioxidante, al igual que la vitamina C, A y E también presentes en el tomate. El licopeno, reduce el riesgo de padecer
cáncer y aumenta las defensas contra las distintas enfermedades, potenciando el sistema inmunológico. Para ello deberemos tomar un mínimo de 10 tomas semanales de alimentos ricos en licopeno: sandía, tomate, uva roja…
Los antioxidantes del tomate junto a los presentes en la cebolla y ajos, evitan la formación del colesterol malo, reduciendo el riesgo de enfermedades vasculares.
Las vísceras son alimentos menos calóricos que la carne, proporcionan proteínas de alto valor nutricional, poca grasa y cantidades muy altas de minerales y vitaminas. Hay una tendencia a eliminar las vísceras de un menú adelgazante, pero es un error, ya que además de tener pocas calorías, contribuyen a variar los menús, evitando así la monotonía de una dieta adelgazante.
Recordamos que 100 gramos de hígado proporcionan el 80% de la cantidad recomendada de hierro para un hombre adulto y el 44% para una mujer en edad fértil. Sin embargo, deberemos controlar la cantidad de aceite utilizado el resto del día para compensar la fritura de este plato. No excederemos de tres o cuatro frituras a la semana para evitar problemas de sobrepeso.
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